mi pecho estallaba en flores
y mis manos en lágrimas.
mas lluvia,
viento, vos
mi niñez
y la de todos.
una escalera perfecta
directo a la parra,
incrustada en mi mente...
conservadora fiel
de un juego infinito
y despejado.
hoy
el deseo inconsolable
de haberte abrazado.
de ahora en adelante
solo resta extrañarte.
y remontar.
y recordarte
y sonreír.
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