Tendrías que haberla visto,
Como bailaba el vals,
Abrazada al mismísimo aire.
Con la mirada eterna,
Temblorosa y taciturna.
Las lamparitas multicolores
Se balanceaban marcándole el paso
Fue asfixiante, lo reconozco.
Porque toda su pesadumbre
Clavo bandera en mí.
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