vos, que estás
del otro lado.
o sea...
vos en la vereda
y yo en la calle.
adjunto todas mis posibilidades,
clasifico
todos mis bolsillos,
revierto todas las maniobras.
pero es así,
vos siempre en la vereda
y yo siempre en la calle.
noto que..
la piedra con la que tropecé
es ahora un muro,
en el que se divisan:
enormes paisajes de musgo,
ni tan absurdos
ni tan arrepentidos.
-fp-
No hay comentarios:
Publicar un comentario